Los mejores editores de imágenes online
La edición de imágenes es una disciplina que nos gusta a todos, sin excepción: dar vida a esa fotografía que se nos quedó mustia, realizar algún montaje atractivo para algún proyecto o, por qué no, divertirnos un rato haciendo “perrerías” con las fotos que hicimos a los amigos en la última fiesta.
El problema, al menos hasta hace no mucho, estaba en que el software necesario para esta tarea no era precisamente una puerta totalmente abierta: GIMP está muy bien, pero no es lo más amigable de mundo; y Photoshop es innegablemente potente, pero las licencias son caras. Hay otras posibilidades, pero casi ninguna gratuita, y de éstas, pocas realmente recomendables. ¿Es que acaso no puede hacerse más fácil?
Por supuesto que sí, pues la alternativa para quienes busquen disfrutar de la edición de imagen de manera sencilla y gratuita está en Internet, gracias a los editores online que nos permiten hacer todo tipo de retoques sin tener que instalar software alguno. Olvidaos por tanto de licencias, memorias insuficientes y demás inconvenientes; una buena conexión y no habrá imagen que se os resista con estas herramientas que vengo a presentaros:
- Adobe Photoshop Express: Obviamente, el principal reclamo de esta opción es que cuenta con la garantía del líder en el mercado offline de la edición de imagen, lo cual ya es una razón más que suficiente para considerarlo como la primera alternativa. Una interfaz atractiva y cómoda de usar, un buen número de herramientas a nuestra disposición y hasta 2 GB de espacio para almacenar nuestras imágenes en galerías.
Además, se integra con nuestras cuentas en Facebook, Flicker, Photobucket o Picasa para hacer aún más completa la experiencia de uso. Pero me temo que no es oro todo lo que reluce: entre sus puntos negativos se encuentra el hecho de que Adobe se quedará con los derechos de las imagenes que subamos, algo que supondrá un lógico impedimento a más de uno.
- FotoFlexer: Sin contar con un nombre tan comercial, ni el respaldo de una compañía tan potente como en el caso precedente, esta segunda opción es igualmente buena de considerar, y además sin indeseables cláusulas escondidas. Lo mejor de esta segunda opción es lo mucho que nos permite hacer a cambio de tan poco, pues cuenta con decenas de retoques preestablecidos que podemos aplicar a nuestra foto con un solo click. ¿Qué tal un toque Warhol?
Su interfaz no es especialmente vistosa, y desde luego podría ser mucho más usable. Pero esos sacrificios se compensan con una ligereza que redunda en mayor velocidad de trabajo, algo que se agradece especialmente a la hora de trabajar con imágenes en resoluciones muy altas. E importante para los más dospuntoceros: también cuenta con integración a nuestros perfiles en redes sociales.
- Pixer.us: La principal ventaja de esta tercera alternativa es el grado de inmediatez que ofrece, pues sin necesidad de crearnos una cuenta podremos estar subiendo y trabajando nuestras imágenes al instante. Es rápido, efectivo y no hace preguntas, ideal para salir del paso en algunas situaciones determinadas.
Eso sí, de posibilidades ande bastante escaso, especialmente si lo comparamos con los dos editores que he mencionado previamente, frente a los cuales palidece totalmente. Pero está claro que este servicio persigue un objetivo distinto, que es no tanto el emular la potencia de los editores offline, sino ofrecer sus posibilidades clave aprovechando las ventajas globales de la web.
- Picnik: Al igual que Pixer.us, no requiere registro de usuario para empezar a trabajar con nuestras instantáneas, aunque sí dispone de una versión premium que ofrece funciones adicionales previo pago. Centrándonos en las gratuitas, es cierto que no son muchas, pero sí las suficientes para hacer de ésta una interesante alternativa.
Ante todo, destaca por contar con una interfaz que resulta vistosa a la par que usable, aunque no sea ni mucho menos la más ligera para usar de cuantas hemos visto en este artículo. Al crearnos una cuenta gratuita, dispondremos de más posibilidades, como enviar nuestras obras de arte a distintos sistemas de almacenamiento y redes sociales.
- Resizem: Esta última opción apuesta por un modelo diametralmente opuesto al de Picnik. La interfaz es absolutamente austera, sin un solo artificio más allá de la barra de menú (nada de iconos, todo en texto) y la imagen que vayamos a trabajar sobre un fondo vacío. ¿Realmente hace falta mucho más en un editor online?
No es la herramienta más intuitiva de las analizadas en este artículo, pero está claro que en ligereza gana de calle al resto, por lo que éste será su principal valor añadido para intentar convencernos de que nos decidamos por ella. De posibilidades va bien, sin llegar al nivel de Photoshop Express o FotoFlexer, pero cumplidor en cualquier caso.