Foto: iStockphoto
"Todos hemos buscado el perfil de nuestra ex-pareja en Facebook, y quien diga lo contrario, miente". Sandberg entra de lleno en el meollo de la cuestión:la comunicación ha dejado de centrarse en memorizar el correo electrónico o número de móvil de la persona a contactar. Philip Berne,de Slashgear, lo explica con claridad: "mi primera dirección de e-mail erast931341@pip.cc.brandeis.edu y obligaba a todos mis contactos a memorizar esa estúpida secuencia de caracteres. Ahora no tengo ese problema: el que quiera localizarme, simplemente tendrá que buscar mi nombre en Google".
Las redes sociales han otorgado más protagonismo a la persona y no tanto a su dirección o teléfono móvil. Con 400 millones de usuarios en Facebook, cifra que va creciendo de forma exponencial día a día, la gran mayoría de los usuarios cuenta con un perfil en la red social, y su perfil es mucho más fácil de localizar que hace apenas un par de años.Influencia de las redes socialesEl modo en el que usamos la red en la actualidad ha cambiado visceralmente debido a la pujanza de las redes sociales. En la actualidad, si deseamos contactar a un ex-compañero de trabajo o de la universidad, a nadie se le ocurre pretender dar con su dirección de correo en Google. Lo más probable es que demos con él en Facebook o LinkedIn. Con todo, el fin del correo electrónico tal cual lo conocemos, puede resultar una buena oportunidad de negocio para las empresas: en la actualidad, es prácticamente imposible obtener la dirección de e-mail de cualquier persona, pero su perfil en las redes sociales estará ahí, más o menos accesible.En este sentido, los usuarios de redes sociales son más susceptibles de aceptar recomendaciones de productos y mucho más receptivos ante ellas. Se estima que los usuarios recordarán mucho mejor una marca sugerida por un amigo a través de una red social, y estarán por ende, mucho más dispuestos a comprarla. La influencia es notoria y evidente, y las empresas deberán orientar su comunicación hacia los prescriptores con una buena presencia en las redes sociales. El correo electrónico es mucho más aséptico y por otro lado, el spam, junto con un exceso de comunicaciones de carácter comercial, han restado poder a las acciones de marketing que emplean este canal.¿Morirá el e-mail? Posiblemente no, pero dejará de tener el protagonismo que disfruta ahora y su uso se concentrará en el ámbito laboral. Las redes sociales ofrecen muchas más posibilidades y su utilización no para de crecer.